Arsenio x Shane

Hoy no podía entrar a msn así que me puse a dibujar y terminé haciendo a Arsenio y a Shane abrazaditos como cuando están solitos.

Shane [uke] lo juega Siddhartha
Arsenio [seme] lo juego yo (Sakuma-san)

Tentación

Caderas adelante y atrás, las piernas seguían el compás. Gotas de sudor recorriendo el cuello y desplazándose en sentido descendente para empapar la camiseta que se adhería a la piel erizada, mejor dicho… a los pezones proyectados justo en su dirección.

Tragó saliva, sonrió bobamente, lo sabía, estaba haciendo el ridículo de pie entre tanta muchachita que coreaba la canción y él… sólo babeaba y babeaba, ¿qué más se podía esperar de un fanático?, claro… que coreara las líricas con las demás en el concierto, no obstante, él sólo pensaba en recorrer su cuerpo.

- Ahhm… mierd… - Los dedos largos llevó hasta su entrepierna y presionó.

Estaba duro, en medio de una multitud de chicas… observando al que había proclamado su dios aquel que le excitaba con cada vaivén de su anatomía.

Sexo

Los dedos delgados se pegaron al cuello del muchacho y le arrastraron hasta un apartado, largas pestañas se abanicaron con lentitud apabullante observando los ojos oscuros.

Tal vez eso fue lo que creyó ver el menor de edad, no obstante, no reprochó aquella mirada, mucho menos las intenciones más que imaginarias – Ehm… - De pronto sentía la boca seca, tuvo que relamer sus labios, lo que no pasó desapercibido para su acompañante.

- ¿Qué piensas? – Alzó una ceja expectante.

- Nada… tengo sed… - Susurró haciéndose el interesante.

Cortos mechones negros jaló obligando al menor quedar acuclillado, tiró de ellos nuevamente obligándolo a frotar su nariz por la cremallera de su propio pantalón. Lo miró sonriente – bebe… - le invitó bajándose el cierre.

Sueños

Tabla: Oscurismo – Oscura seducción
Reto: 2. Acercándome
Fandom: Dos velas para el diablo.
Claim: Angelo/Caterina (Cat)
Advertencias: Spoiler
Número de palabras: 337

Quince años luego de su nacimiento aún seguía visitando esporádicamente las cercanías de la residencia, muy a pesar de estar tapiada de ángeles y uno otro demonio a las órdenes de Lord Astaroth. No es que anduviese muy apurado, después de todo tenía toda la eternidad para deambular donde lo llevase el viento.

No obstante, debía aceptar que cierta pizca de curiosidad le provocaba saber cómo lucía cada año que pasaba. Un buitre habría sido mucho más cauto, pues con el tiempo había logrado acercarse un poco más e incluso pasar cerca de ella en su entidad humana.

Imágenes borrosas se sucedieron mientras la muchacha respiraba entrecortadamente, transpiraba en el lecho mientras las penumbras aún reinaban, él, escondido entre recovecos de las esquinas aspiraba la esencia de la muchachita. Dulzor en el ambiente, sí… aún virgen era, seguro que por la cuna de la cual provenía en este siglo.

Se despegó de la muralla para sobrevolar la cama de Caterina.

No pudo evitar dar un respingo mientras se giraba entre las sábanas. De pronto se sentó de golpe y quedó frente a frente con la oscuridad abismal que provenía del demonio - ¿Quién está ahí? – susurró con algo de temor, mientras sus brazos frotaba buscando algo de calor. Extrañamente la temperatura de la habitación había bajado hasta casi ser insoportable.

Ángelo se le acercó tanto que pudo resbalar por su cuello y parte de su espalda, mas antes de poder abordar el resto de la virgen humanidad sintió que la chica se levantaba a toda prisa y cogía una espada angélica para sacudirla de costado a costado tratando de protegerse, quedó helado de pie a cabeza, eso si es que un espíritu de su magnitud pueda congelarse; retrocedió.

Lejos de enojarse, sonrió entretenido, ¿hacía cuánto tiempo no se entretenía? Ohhh cierto, desde que Cat se había ido por el túnel de luz.

Más rápido que un relámpago desapareció de allí, sinceramente, no quería toparse con Gabriel, mucho menos con Lord Astaroth.

Espera

Tabla: Oscurismo – Oscura seducción
Reto: 1. Espiándote desde las alturas
Fandom: Dos velas para el diablo.
Claim: Angelo/Cateriba (Cat)
Advertencias: Spoiler
Número de palabras: 206

Corría juguetona, flores entrelazadas en los finísimos cabellos castaños. La niña de tres años provocaba sonrisas en sus progenitores.

Vestido traslúcido o eso le pareció, sólo un ademán de agrado se pudo dibujar en los pensamientos de la oscuridad pululante entorno a la infante, el viento arreboló las copas de los árboles.

Tranquilo, impasible como gran seductor, señor de enigmas y de secretos, sabía esperar a que llegara el momento correcto.

Año tras año visitaba a la familia, a distancia prudente con el fin de no ser localizado con tanta facilidad. En el caso de que así fuera, se disipaba en el viento y se marchaba para regresar más o menos 365 días después.

Caterina no lo sabía, pero aquel demonio de cerca le pisaba los talones. Quería a la humana pero nunca se lo diría. De hecho, nunca se lo dijo, no veía razón de hacerlo en esta vida.

Suspiró hondamente una vez de materializarse, arrastró sus pies en la calle, rodeado de centenares de personas; las gafas oscuras cubrieron los ojos platinados, fríos y despiadados mientras sus labios se curvaban en una leve morisqueta de picardía, pasaría el tiempo con una diablesa, a la espera de que la humana ya no fuera una cría.

Vértigo

Autor: Todolujurioso
Titulo: Vértigo.
Fandom: Original
Pairing: Fernando & Alejandro
Summary: Le asusta, pero parece que le gusta.
Advertencias: ---
Nota: Ohhhh tú maldito hetero, vas a ver lo que te hago ¬o¬

Sentado en la ventana de su dormitorio cantaba tan calmado como que estaba a solas, como que nadie salía a la calle, era un vecindario de gente mayor. En esa ciudad nadie se preocupaba de lo que hacía el vecino, mucho menos le interesaba conocer quiénes eran. Era de esas ciudades frías, ciudades tapiadas de cemento, grises, como los habitantes que las recorrían a diario.

Su suave voz se escuchaba por la cuadra y él feliz se mecía de un costado a otro, dulcemente mientras acariciaba las cuerdas de su guitarra.

Las nubes se cernían como corderos en el cielo, saltando de un costado a otro, como motas de algodón que imaginó poder alcanzar al momento de extender uno de sus brazos hacia el cielo, sonrió negando en silencio y una vez más comenzó con su canción.

De pronto las notas se confundieron con el tañer de las gotas de agua chocando con el cemento.

Respiró hondo, había comenzado a llover. No obstante, no cerró la ventana, se limitó a observar la gente pasear. Los dedos deslizaba perezosamente por las cuerdas cuando lo vio girando la esquina, apareciendo así en el paisaje melancólico. La melodía se detuvo por unos instantes, pestañeó - . . . – claro… se le hacía conocido de alguna parte, pero no recordaba con exactitud, siempre había sido bueno recordando caras, mas no los nombres, tampoco las situaciones.

El chico en ropas escolares caminaba cabizbajo, lento y pensativo. Trataba de fumar un cigarrillo que terminó apagado por efecto de la lluvia. Su camisa se había adherido a su cuerpo, sólo tenía que llegar a casa y tomar un baño, eso si es que quedaba gas.

El mayor se levantó de la ventana del segundo piso y retrocedió para pegarse a la muralla, lo quedó mirando a medias escondido tras las cortinas. Sin explicarse por qué cada vez que lo veía sentía nerviosismo, mucho más ahora que notaba su figura a través de la tela húmeda. Sí, estaba a varios metros de distancia aún así no pudo evitar imaginar su piel al descubierto, tibia… siendo recorrida por las gotas de lluvia.

Tragó saliva.

Dejó caer la guitarra sobre la cama.

Se quitó la ropa y se fue a la ducha, necesitaba……… agua.

Puerta cerrada

Autor: Todolujurioso
Titulo: Puerta cerrada.
Fandom: Original
Pairing: Fernando & Alejandro
Summary: Nunca le dijiste, ahora… no lo culpes de tus errores.
Advertencias: Angst.
Nota: No me gustó ;__:

El primer día de clases no lo pudo ver, por ningún rincón del enorme establecimiento, volcose a la tarea de buscarlo con más detalle en el primer receso. Y a pesar de que sabía que el otro ya no regresaría, muy dentro de sí pensaba que lo vería.

Respiró hondo para cuando llegó el último receso, se apoyó en una muralla y sacó un cigarrillo que le hubo quitado a uno de sus compañeros de curso; sabía que le harían pagar por tal osadía, no le importaba, peor era afrontar la situación: estaría “solo” el resto del año.

Torció los labios y enroscó la lengua entorno al filtro imaginando que era uno de los dígitos del ausente, hundió sus manos en los bolsillos y jaló de la tela para juguetear con sus genitales.

Sonrisa pícara, exenta de inocencia. Rozó su miembro adormecido y de pronto le pareció tan ridícula su acción que quitó las manos. Emprendió camino hacia su salón lanzando a la mierda el cigarrillo a medio fumar.

A la tarde, de regreso a su casa iba silbando tranquilamente, por la calle que poco iluminada dejaba ver a la gente de camino a sus hogares, llevaba la camisa abierta mostrando su torso. Sí, le gustaba mostrarse, no tenía complejos.

Se detuvo, quedando tan frío como una roca. Los labios entreabiertos y los ojos explayados en su totalidad pareciendo un par de platos. Un intenso escalofrío lo recorrió desde la base de la columna hasta donde se perdía en el instante preciso en que Fernando pasaba a su lado muerto de la risa con una chica.

- ¡Cielos!… cuánto has cambiado… - Pensó en girar y mirarlo, pedirle explicaciones, mas sereno continuó su recorrido y se adentró a su vivienda una vez en la puerta.

Explicaciones de qué, si nunca cruzaron palabra, ahora era demasiado tarde.

Insoportable

Tabla: Oscurismo – Sangre, suicidio y muerte
Reto: 1. Cortes.
Fandom: Hellsing.
Claim: Iscariote/Alucard
Advertencias: ---
Número de palabras: 613

- ¿Estás temblando?

Sintió su espina dorsal siendo recorrida por infinitos aguijonazos, filamentos que le impedían reaccionar más que con un movimiento de ojos, claros y fríos, al fin y al cabo conocía bien aquella voz, más bien, el pensamiento aquel que traspasaba el velo de su cráneo y se hacía presente.

No respondió verbalmente, sólo siguió con su labor. Acababa de asear la pequeña capilla, ahora había destinado minutos para encender las velas del altar.

- ¿Sabías que es mala educación no responder?

Esta vez hizo que su respiración rozara el cuello del rubio sacerdote, quien no tardó mucho en girarse y enfrentar a quien atribuía toda clase de pecaminosos sucesos. No había nadie, nadie delante suyo, nadie corpóreo, aún así, no quitó de allí la mirada - ¿Ahora tienes miedo de que te vean en la Iglesia y conversando con un hombre de Dios? – Acomodó sus anteojos sonriendo, para cuando se dio cuenta de ello cambió rápido la expresión a una más furibunda – ¡Aparece demonio! – ladró buscando azuzar al vampiro con el fin de que se hiciera visible.

No obstante, nunca pensó que el de capa bermeja apareciera justo frente a sus narices, tanto que su respiración se mezclaba con la del eclesiástico – Mejor aún… - susurró – Me gustaría que vieran cómo un sacerdote de tu talla… en soberbia locura ahoga a un vampiro en romances frente al mismísimo… - desvió la vista hacia el altar - … crucificado – No le permitió ni pensar, en el acto cogió su nuca para ambas bocas sellar en ósculo poco profundo, empero apremiante.

Víctima de aquel juego, las mejillas del clérigo teñidas de carmín se vieron; arrastró su cuerpo en retroceso y un puñetazo soltó en el rostro contrario, ¿qué más esperarían del Paladín? Momentos después, apuntó al risueño hematófago que se las había arreglado para parecer entretenido con todo el revoloteo de su enemigo – No te atrevas a poner un pelo sobre mi persona, ¡abominación! –.

Lejos de amedrentar a su visitante, sólo hizo que éste rompiera en lúgubre carcajada, posiblemente, desde todos los rincones de aquel templo le escucharan. La expresión mutó a una más liviana que antes y se acercó para con escaso esfuerzo o nulo lanzarlo contra el altar. Larga lengua sonrosada apareció para empapar el labio inferior de saliva pegajosa y así avanzó en un pestañeo alcanzando una vela para apagarla en la piel del sacerdote quien sólo apretó la mandíbula observándolo furibundo, mas no entregando señas de dolor a su rival - Pero mira nada más… - de un jalón arrancó de cuajo la manga de esa sotana y perplejo le observó – Ya decía yo que eras un hombre bastante lascivo -.

- ¡Suelta! -

Lo agarró de la corta cabellera para acercarlo a su rostro - ¿Crees que tu Dios perdonará tus pecados con ésta demostración de sumisión? – ahora rasgaba el resto de esa sotana para dejarlo sólo en pantalones.

Cubrió sus muñecas, los antebrazos, finalmente le dio la espalda y aún así, en ésta se reflejaban las marcas, decenas de ellas causadas por los tan conocidos cilicios que se ataba al cuerpo cada vez que sentía que había faltado a los mandamientos que rigurosamente seguía.

Llenó así, el pensamiento del contrario de muchas imágenes que le hacían bullir la sangre. La imagen del mortal acariciado por miles de filamentos de metal mancillando su piel, obligándolo a sangrar, era por de más erótico, atractivo, tanto que llegaba a alcanzar el éxtasis mismo al acercarse cual espectro intangible para olfatear las cicatrices que aún no cerraban – En efecto… - aspiró hondo, produciendo estremecimiento en las fibras nerviosas adyacentes – este aroma resalta tus múltiples atractivos Paladín engreído -.

True beauty is so painful

Tabla: Retos sueltos
Reto: 63. Madre.
Fandom: Original [Katze, el vampiro]
Advertencias: Muerte de personaje.
Número de palabras: 508

Corría, a gran velocidad, no podía verlo pero sí sentir sus pensamientos, tan pesados como mil rocas cayendo desde el cielo, exhausto sus piernas desnudas se veían medias torcidas después de tanto arrancar.

No sirvió de mucho pues él, cual ave de rapiña, le cogió de los hombros y alzó en el aire para alejarse sobrevolando la ciudad nocturna.

- AHHHH… AHHH… - Jadeaba, no pudo decir nada, la conciencia perdió.

Cuando por fin despertó, pudo notar que estaba rodeada de mujeres en sus mismas condiciones, todas sentadas en lo que pensó era un galpón, encadenadas de piernas y manos, sin vestigios de vestimenta. De todas maneras, no lo necesitarían.

Los gritos tras las cortinas de plástico blanco salpicado de motas rojizas, le daban una idea de lo que le esperaba. Para cuando su turno llegó, habían más mujeres nuevas, las que la hubieron acompañado hasta el momento desaparecieron misteriosamente.

Lloró, gritó, nadie acudió en su ayuda.

Cuerpo demacrado y trémulo se negaba a ser arrastrado por el suelo cubierto por una estela de lodo. Aún así, cruzó aquel velo de oscuro material sintético y fue elevada para caer de lleno sobre una camilla más roja que blanca, húmeda y a la vez tibia. Delataban así sus intereses.

Aquel hombre apareció, ropa tan pulcra y bien planchada, cabellera rojiza y corta, guantes blancos y sombrero de copa. Sonrió elegante – Una vez que terminen… me avisan – susurró frío y a la vez enigmático. Desapareció como la nada y la obra comenzó.

El cuchillo atravesó la piel, el grito desgarrador fue seguido por la tensión de las cadenas. Manos despiadadas se hundieron en el cuerpo y con violencia sacaron a la criatura que ella traía en el interior.

Gimoteos, gritos suplicando devolviesen su preciado retoño. Nadie respondió.

- Veamos qué tenemos aquí… - dedos delgados y fuertes asían al diminuto ser que se revolvía perezoso bostezando mientras era revisado, el espeso humo a tabaco acariciaba la piel sonrosada y arrugada, el bebé arrugaba la expresión y estornudaba – Me gusta… - Con movimiento rápido exento de todo cuidado entregó la criatura a cualquiera de sus sirvientes, quien rápidamente llevó al neonato hasta donde la madre para que bebiera las primeras gotas del lácteo, su último contacto con la fémina ya degollada.

Extrañamente, el niño hizo lo necesario para que ese cadáver diera lo último de sí con el fin de mantenerlo por un par de horas sin hambre.

Semanas más tarde se le vería junto a sus hermanos, sus nuevos “hermanos”, degustando de la teta de su nueva madre, aquella que sin saber quién era, se ofrecía para darle aliento de vida.

Hermoso espectáculo era visitado por multitud de vampiros que con delicia observaban a los lactantes revolviéndose en la más grande de las inmundicias humanas, pequeños bebés siendo alimentados por aquel animal que, a su vez, se alimentaba de los restos cocinados de las féminas que les dieron a luz.

Diminutas flores que alegrarían la vida de sus nuevos dueños… una vez que los destetaran como a un cochinillo cualquiera.

Welcome to my playtime

Tabla: Retos sueltos
Reto: 66. El niño en la plaza.
Fandom: Original [Sin nombres]
Advertencias: Muerte de personaje.
Número de palabras: 307

La arena resbalaba de la pequeña pala de plástico color naranja mientras el infante arrodillado trabajaba en su obra magna: un pequeño montículo salpicado de diminutas ventanas que hubo hecho con los diminutos dígitos.

La chaqueta acomodó, así como ocultó la roja cabellera bajo el sombrero de ala con el fin de que no le reconocieran tan fácilmente. Caminó lentamente hasta donde el menor estaba y se acuclilló a su costado cubriendo parcialmente su rostro evitando así que el pequeño notara lo desfigurado de su piel.

- ¿Qué haces? – Voz grave, lejos de cansina parecía arreciar en diferentes matices poco amigables.

Sonreía, disfrutaba del sol y aún sin comprender sus vocablos balbuceados se entendía su alegría interna. El pequeño le observó con reticencias, inclinó la cabecita y apuntó el montículo de arena, posteriormente su índice recayó sobre el labio inferior, pestañeó y sonrió mostrando sus cuatro dientes junto con los espacios entre los mismos.

Dos años, sólo eso tenía.

Bastó que moviera uno de sus brazos y lo arrancó del paraje que hubo acunado a aquel “bebé”, no alcanzó ni a gritar puesto que los dedos lograron presionar suficiente para dislocar los huesos de la columna a la altura del cuello, el solo chasquido dio a entender que el mocoso ya no chillaría.

Se regocijaba, le encantaba coleccionar pequeños “muñecos” con los cuales conversar. Claro… pequeños souvenirs de sus viajes.

Como pequeños títeres que cargaba de ciudad en ciudad, se daba al gusto de embalsamarlos con cuidado justo de no dañar demasiado la piel, obvio, se entretenía aplicándoles cremas para que, según él, mantuvieran la tersura y delicadeza de un infante.

- Pronto llegaremos a casa… - susurró besando la cabecita del pequeño títere ya no más delgado, había rellenado su cuerpo con algodón y ahora ya no lucía desnutrido, sino sano y saludable, que ironía, ¿no?

Heartty

Heartty (c) Selene18
Art (c) Me (Sakuma-san, Todolujurioso, NowakiSakuma)


Nueva actualización jujuuuu, esta entrada es especial porque quiero presentarles a un personaje que me gusta mucho, su nombre es Heartty y pertenece a la serie "Flor Imperial" de mi amiga Selene18, quien amablemente me ha permitido dibujar a su klowny de corazón y yo encantada, si me ha gustado hace tiempo este ukecito u//ú debe ser por su bigote, siempre me han gustado los hombres con bigote.

Si desean leer un FanFic sobre Heartty, pueden ir a: "Un trébol en el corazón para la buena suerte".

Espero que a todos les guste tanto como a mí!

Ayer tuve que salir, cuando regresaba a mi casa llovía muy fuerte, incluso el viento estaba de arrecha. Con sólo caminar una cuadra, quedé mojada hasta los calzones, pero puta madre como extrañaba esa lluvia, ojalá lloviera así de fuerte todos los días.

Lastimosamente, hoy salió el sol :/

Rain for Priska

Art (c) Me (Sakuma-san, Todolujurioso, NowakiSakuma)
Dedicado a Priska.

X/D Que hombre más... más rico por la madre patria!

Mi amiwi Priska me ha pedido ayer que le dibuje a Bi Rain, le estaba mostrando el dibujo que subí ayer, el que está justo debajo de esta entrada y ella me dijo: Ay no seas pesada, por qué no me dibujas a mi Raincito de la vida.

Y yo no pude más que aceptar cuando me envió hasta la imagen que quería que yo le dibujara jajajajaja
(Véase imagen)


La canción de esta imagen es la siguiente!



Ya, escribí mucho, me voy!

Luthien Kahali

Luthien Kahali (c) Raphita-nekoi
Art (c) me [Sakuma-san, Todolujurioso, NowakiSakuma]

Hace tiempo que le debía este chiquillo a Rapha, es que a veces me pongo bien floja y no dibujo ninguna cosa jajajaja. Me he entretenido mucho haciéndolo, mucho más cuando me fue quedando setsi x/D

Lo que más me gusta de este muchacho es que tiene todo su lado izquierdo quemado y por ello tiene una gran cicatriz, cosa que me hace babear en demasía x//D

No hay caso, soy una pervertida xD