Caderas adelante y atrás, las piernas seguían el compás. Gotas de sudor recorriendo el cuello y desplazándose en sentido descendente para empapar la camiseta que se adhería a la piel erizada, mejor dicho… a los pezones proyectados justo en su dirección.
Tragó saliva, sonrió bobamente, lo sabía, estaba haciendo el ridículo de pie entre tanta muchachita que coreaba la canción y él… sólo babeaba y babeaba, ¿qué más se podía esperar de un fanático?, claro… que coreara las líricas con las demás en el concierto, no obstante, él sólo pensaba en recorrer su cuerpo.
- Ahhm… mierd… - Los dedos largos llevó hasta su entrepierna y presionó.
Estaba duro, en medio de una multitud de chicas… observando al que había proclamado su dios aquel que le excitaba con cada vaivén de su anatomía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario